Leonel Fernández: el perfecto farsante. Para entrar a los comicios de mayo de 2008, el gobierno de Leonel Fernández se involucró en dos de los más grandes escándalos de corrupción que ha vivido la República Dominicana |
Artífices de los sobornos de Odebrecht y de las sobrevaloraciones de las obras que construyeron
La Constitución de 2002, modificada por Hipólito Mejía para buscar una nueva nominación presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) -tarea que le resultó infructuosa-, le permitía a Leonel Fernández optar por un nuevo período presidencial para los comicios de mayo de 2008. Para llegar a ellos el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) había celebrado, el año anterior, unas elecciones primarias de las que brotaron las marcadas diferencias que ya existían entre el presidente del partido, que había convertido la organización en un prostíbulo político, y Danilo Medina, figura siniestra que desde el cargo de ministro de la Presidencia -que asumió en agosto de 1996- comenzó a tejer el avieso entramado para controlar la agrupación; el mismo Fernández lo había calificado, días antes de la celebración de ese certamen, de malintencionado y traidor... ¡Y no se equivocó!