George Bush debe ser procesado por crímenes de lesa humanidad. Si su incapacidad para gobernar y su vocación enfermiza por la guerra se asocian con la aguda crisis económica norteamericana, con la escasez mundial de alimentos y con los altos precios del petróleo, el mundo podría estar al borde de una catástrofe de proporciones incalculables, provocada por alguna medida desesperada por parte del irracional mandatario |
A George Bush, presidente de los Estados Unidos, le restan 264 días para concluir su último mandato al frente de la nación más poderosa del mundo.
Si su incapacidad para gobernar (aunque no podríamos decir lo mismo de su capacidad para hacer riquezas a expensas de la humanidad) y su vocación enfermiza por la guerra se asocian con la aguda crisis económica norteamericana, con la escasez mundial de alimentos y con los altos precios del petróleo, el mundo podría estar al borde de una catástrofe de proporciones incalculables, provocada por alguna medida desesperada por parte del irracional mandatario, quien hoy exhibe el índice de rechazo más alto entre los presidentes que se ha “dado” el pueblo norteamericano en toda su historia (71%).
Ante la situación descrita, y frente a los escenarios que se están “creando” contra algunos países, debe establecerse un programa por la supervivencia de la humanidad que establezca, con carácter de urgencia, lo siguiente:
Primero: La renuncia del mandatario estadounidense.
Segundo: La reformulación de las campañas electorales de los Estados Unidos, para que de una vez y por siempre sus guerras selectivas y antojadizas queden al margen de la carrera por la presidencia.