Para ser honesto hay que hablar toda la verdad. Al no manifestar toda la verdad, el señor Joaquín Gerónimo convierte su recelo en un oculto e interesado ejercicio acerca de la posición que deben asumir dirigentes y partido de cara a la angustia y el nerviosismo producidos por el miedo y la desesperación |
Sr. Gustavo Olivo
Vicepresidente y Director Adjunto de Acento
He leído con interés la carta que Joaquín Gerónimo enviara a la redacción del medio que usted dirige. En ella, el arquitecto y político señala “las cinco cosas que el PLD nunca debió haber cambiado al asumir, desde el año 2001, el proceso de apertura y transformación de su estructura orgánica”.
“Lo colectivo-orgánico, el centralismo democrático, la educación política, la unificación de criterios y la autocrítica” son “las cosas” que, a su entender, el partido fundado por Juan Bosch no debió cambiar. Hay mucha verdad en las expresiones del Sr. Gerónimo, aunque no toda; además, el momento actual hace que la preocupación que muestra por “ese proceso de mutación conductual” no sea genuina.
Al no manifestar toda la verdad convierte su recelo en un oculto e interesado ejercicio acerca de la posición que deben asumir, dirigentes y partido, de cara a la angustia y el nerviosismo, producidos por el miedo y la desesperación, que trastocan los placenteros y dulces sueños de quienes se han valido del poder político para convertir el dinero que debe ser destinado a satisfacer las necesidades materiales de existencia del pueblo dominicano en inverosímiles riquezas personales que rayan en lo ridículo.