Estados Unidos, la tormenta perfecta

El capital hace de gobierno permanente en EE. UU. Mientras la sociedad disponga con asombrosa facilidad de unos cuantos gramos de narcóticos; mientras las armas se expendan con la misma libertad que zapatos y carteras; y mientras 315 millones de norteamericanos no conozcan cómo se elige el presidente, la tormenta perfecta que se nutre de estos tres componentes tendrá vigencia imperial por varios decalustros más