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Completo.- La dominicana, una sociedad sin redentores...

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La sociedad dominicana se degrada por falta de arrojo. La negligencia, la ordinariez, el individualismo y la falta de amor a la patria, que se exhiben hoy como normas y costumbres que representan la forma correcta de actuar dentro de la sociedad, la imposibilitan para parir "Coroneles de Abril y Caracoles", "Militares del Pueblo y Soldados de la Libertad" o "Gigantes en el Tiempo"... La dominicana, una sociedad sin redentores. La conciencia, los valores éticos y morales y el sentimiento generalizado de que sólo enfrentando la perfidia y los desafueros se podrían lograr cambios en la forma de conducir el Estado, forjaron el temple de estos mártires y héroes...

II.- La dominicana, una sociedad sin redentores...

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Con una sociedad deformada hasta la médula, e integrantes tan aturdidos y abúlicos, sonsacados con las nuevas tecnologías de la comunicación y arrebatados por la vulgaridad y la intrascendencia, se hace prácticamente imposible esperar el resurgimiento de los grandes hombres que dieron lustre a las luchas por una patria digna...

I.- La dominicana, una sociedad sin redentores...

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Una producción televisiva y la realidad social actual se han entrecruzado para permitirnos la elaboración del presente ensayo acerca del trabajo que viene desarrollando Alicia Ortega por SIN (Servicios Informativos Nacionales) sobre nuestros grandes mártires y héroes, y la apatía que muestra la sociedad dominicana frente a la corrupción que ejercen quienes administran el Estado...

Completo.- ¿Por qué 40 años después?

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Ni héroes, ni mártires, ni próceres escapan a la furia de la deformación social. ¿Por qué el señor Gautreaux Piñeiro -que estuvo siempre al lado de los dos más grandes líderes políticos que ha tenido el país-, cuarenta años después, acude a la mentira? América ha tenido hombres excepcionales: Fidel, Chávez, Che, Allende, etc.; pero dentro de ellos se encuentra Francisco Caamaño Deñó, militar dominicano que encabezó la defensa de su patria contra los invasores yanquis (más de 40,000 marines estadounidenses) en 1965, y guerrillero que murió en combate luchando contra el ejército represivo de Joaquín Balaguer en 1973...

IV.- ¿Por qué 40 años después?

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Hamlet Hermann y Claudio Caamaño, protagonistas de primer orden, y cada uno por separado, han expresado que tanto Juan Bosch como José Francisco Peña Gómez no tenían conocimiento del arribo de Caamaño y su guerrilla. Pero, los que siempre estuvieron al lado de Juan Bosch, ¿por qué no responden a los lodos con los que se quiere manchar su nombre? ¿O es que el leonelismo corrupto y disociador ha doblegado todas las voluntades?

III.- ¿Por qué 40 años después?

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¿Por qué el otrora admirado periodista esperó cuarenta años para hacer las declaraciones que este mismo medio hizo públicas, que ofenden y denigran la figura de Juan Bosch? ¿Será que alguna vez habrá en este país hombres con arrojo que se atrevan a contar la verdad sin importar a quien esta perjudique?

II.- ¿Por qué 40 años después?

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Hamlet Hermann, expresa: “En realidad, quien primero había llevado un mensaje a Bosch sobre Caamaño fue el propio excoronel Fernández y lo hizo el mismo día de la invasión, el 2 de febrero, entre 8 y 9 de la noche, al visitar la casa del expresidente en compañía del doctor Peña Gómez” ...

I.- ¿Por qué 40 años después?

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“Francis vendrá algún día y lo hará de madrugada, y si no estamos preparados para cuando eso ocurra, nos matarán. Así que ponte a preparar un plan de contingencia para que el doctor Peña Gómez y yo podamos entrar en la clandestinidad cuando sea preciso” , le diría Juan Bosch a Antonio Abreu Flores (Toñito), secretario de Organización del PRD para los primeros años de la década de los setenta...

Comentario a una polémica sobre Juan Bosch

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Bosch: un ser humano con más virtudes que defectos. Como buen humano, no escapa a los errores y a las equivocaciones, sobre todo si son el producto de la aversión y la antipatía a una organización política -al Partido Revolucionario Dominicano específicamente-, de la que no estamos exentos ninguno de los que, para la época, formábamos parte del PLD