Tribuna de Nemen Hazim

Por cerca de dos décadas los medios oligárquicos de la comunicación, dirigidos por el imperialismo yanqui, han calumniado la Revolución Bolivariana (por más de 75 años han guardado silencio ante el genocidio sistemático que han venido cometiendo los sionistas contra el pueblo palestino; por más de una década han sido cómplices de la mentira con la que los yanquis han tratado de destruir a Rusia; por más de 60 años se han arrastrado ante la monstruosidad cometida contra el valiente pueblo cubano...). La estructura mediática de la manipulación y la mentira se ha encargado de satanizar todos los logros de la revolución, ocultando las causas de las crisis que ha vivido la patria de Chávez e incitando nueva vez a la violencia en el proceso electoral recién concluido que dio la victoria a Nicolás Maduro. Ningún canalla derechista de los que usan los lápices y micrófonos para vilipendiar el proceso electoral ha tenido la responsabilidad de denunciar las verdaderas razones que han provocado t

La derecha es la opción preferida para el ignaro (mayoría en todas partes) y para quienes poseen el capital (los menos). La derecha que conforman los profanos no piensa, no discierne; para existir, sus incondicionales sólo necesitan nacer... ¡Y punto! El derechista común hace de quinta columna del bando que lo exprime y lo entretiene con futilidades. ¡Increíble pero cierto! Producto de la riqueza obtenida, la derecha que se enmarca en las clases sociales más altas cuenta con un poderoso recurso: los emporios de la comunicación, con los que enajena a la de por sí enajenada mayoría derechista, que se le tiene vedada la información veraz por medio de la difusión de vulgares mentiras que han costado a la humanidad billones de muertos. Por su parte, el izquierdista debe pasarse la vida leyendo, luchando por las vías a su alcance contra las injusticias, el apartheid, el intervencionismo, el colonialismo...

Los que se creen dueños de la opinión pública no son más que parásitos al servicio del terrorismo de Estado que encabezan los gringos, subvencionados por la subrepticia nómina del Pentágono (o la embajada golpista), la pérfida María Corina Machado, el agente de la CIA que gobierna el país de Salvador Allende, el degradado presidente argentino Javier Milei (y su mentor Mauricio Macri), los fratricidas Álvaro Uribe e Iván Duke, de Colombia, los genocidas de Israel encabezados por el psicópata Benjamín Netanyahu, la cloaca de Miami (cada día más grande por el talante de los que se les unen), o la única colonia que queda en el mundo, en la que buscan el cargo de gobernador una patosa derechista y un obtuso independentista

El pueblo dominicano debe prepararse para la oprobiosa trama que orquesta el presidente de LFP (Leonel Fernández Presidente, no La Fuerza del Pueblo). Después de analizar la desmotivada, pero peligrosa soflama, que de nuevo y contundente para el certamen electoral no contiene nada de democrática y positiva, los dominicanos de buena voluntad, que son la gran mayoría, deben permanecer alertas ante la oscura impronta que se oculta en esta nueva manifestación de frustración que hoy exhibe la mediocridad política dominicana

Las complicaciones para el elector, el poco nivel de importancia del certamen en el rol municipal, el preponderante papel presidencial que arropó la contienda [entre dos candidatos (Luis Abinader y Leonel Fernández) y una organización política (PLD)], el constante y creciente éxodo a otras naciones y un liderazgo opositor constituido por dos figuras que han envilecido la República Dominicana, se convirtieron en los factores primordiales que incidieron en la abstención que reflejan los resultados que ofrece la Junta Central Electoral (abstención que no es exagerada para este tipo de evento)

Resultados no son los que se esperaban. Es muy poco lo que tiene que hacer el PLD para encontrar de nuevo el camino, no " el nuevo camino "; el PLD tiene que ser únicamente el de hace 10 años, tiene que ser necesariamente el partido ortodoxo que llenó de gloria su existencia y por el que luchó gran parte de su vida el profesor Juan Bosch

Análisis al proceso electoral del 16 de mayo de 1996. Para la segunda vuelta, los votos morados deben salir del PLD (votación obtenida el 16 de mayo de 1996), del PRSC y de los que se abstuvieron de votar en las elecciones pasadas. En términos cuantitativos, el PLD debe luchar por obtener una votación mínima de 1,475,000 votos (39.3% del total de inscritos)