PLD, Juan Bosch y el "Frente Patriótico"
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Los argumentos de patriotismo y conservación de la dominicanidad que salieron a relucir durante el acto realizado en el Palacio de los Deportes del Centro Olímpico en la ciudad de Santo Domingo, el 2 de junio del presente año, son los mismos argumentos que fueron tratados en la reunión, pocos días antes del editorial publicado por el New York Times, editorial del cual el presidente Balaguer tenía pleno conocimiento.
Sosteníamos, para la fecha, que el Dr. Balaguer estaba enterado del mismo y que las razones para la reunión con el Dr. Leonel Fernández se enmarcaban en buscar una salida a la campaña internacional que realizaba en esos momentos el candidato por el PRD, Dr. José Francisco Peña Gómez, "coincidencialmente" de visita en la ciudad de Nueva York, de denuncias de fraude por parte del Dr. Balaguer y de no reconocimiento al sitial que ocupaba el candidato del PLD en las simpatías del electorado dominicano.
En el acto, en el cual se formaliza el Frente Patriótico Nacional, los argumentos fueron tergiversados por el doctor Balaguer, quien alerta, en forma desconsiderada, del "peligro que representa para el país" un triunfo del Dr. Peña Gómez y su "cordón umbilical" con la nación haitiana.
De forma fortuita o no el PLD se dejó arrastrar, producto del populismo en que se sumergió para esta decisión electoral; pero más desacertada aún fue la presencia en el acto del profesor Juan Bosch, presencia que, al igual que la conformación misma del Frente Patriótico, era totalmente innecesaria.
El 2 de junio marca la época más triste para los que hemos seguido por convicción ideológica al profesor Juan Bosch y sus teorías políticas, independientemente del "período de transición" que al margen de toda planificación brindó el triunfo al PRD en las elecciones de 1962 y de las alianzas de los partidos de vanguardia con las derechas, tal como lo muestra la historia universal; independientemente del éxito de Fidel Castro en su ascenso al poder en Cuba o de la forma en que Joseph Stalin ocupó la Secretaría General del Partido Comunista de la Unión Soviética.
La presencia de Bosch en el acto que tuvo como escenario el Centro Olímpico y la creación misma del Frente Patriótico no eran necesarias, sobre todo después de los resultados de la primera vuelta de la que el PLD salió fortalecido. La inercia misma y la conformación de clases de la sociedad dominicana harían que la mayoría -de los reformistas y de los que se abstuvieron de votar- votara por el PLD en la segunda vuelta. Sólo había que recuperar el discurso de la liberación nacional, de la dignidad, de la honestidad y de la capacidad de trabajo de los peledeístas, a la vez que, con argumentos contundentes, enfocados desde el punto de vista político, se minaba la figura política del Dr. Peña Gómez y sus alianzas con Álvarez Bogaert, Elías Wessin y Wessin, Ramón Emilio Jiménez hijo y el Partido Nacional de Veteranos Civiles. Además, mostrar al pueblo dominicano los "tratos" permanentes del Dr. Peña Gómez con el imperialismo norteamericano, la estrecha relación con los gobiernos de Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco y su defensa a los corruptos de esos ocho años, que serían los mismos que le acompañarían en una gestión de gobierno de salir airoso en la presente contienda.
Aunque no validamos las encuestas, y mucho menos la ofrecida por la Gallup para la primera semana de junio en que otorgaba al PLD cerca del 55% y al PRD cerca del 45% (encuesta ofrecida en esta forma para luego, después de la formación del Frente Patriótico, presentar al PLD con un 1% por encima del PRD ‑virtualmente empates‑), era evidente que después de la primera vuelta el Dr. Leonel Fernández estaría a la cabeza en la simpatía de los votantes.
La inercia electoral, los resultados del 16 de mayo y el sentido común nos dicen que después de la primera vuelta el Dr. Fernández estaría en primer lugar dentro de las preferencias del pueblo dominicano, pero no por el margen ofrecido por la Gallup en su primera entrega de junio, sino por un estrecho margen. Con los resultados de la Gallup (hay que tener presente que está de por medio la revista Rumbo y su director Aníbal de Castro, de quien muy bien conocemos su trayectoria y sus inclinaciones anti peledeístas) lo que se persigue es presentar al PLD, de entrada, con un alto margen por encima del PRD para luego, en una entrega precipitada, usando los resultados que verdaderamente corresponden a esa primera encuesta, mostrar una caída estrepitosa que impactaría profundamente en la mentalidad de los electores. "El torbellino que desatan las pasiones electorales" no le permitiría al PLD ver el juego en que estaba cayendo al utilizar los resultados ofrecidos por Rumbo‑Gallup en su primera encuesta de junio para comunicarle al pueblo la "sustancial ventaja" que ostentaba frente al PRD.
El PLD pudo haber hecho acuerdos por debajo de la mesa (mantener su ideología intacta sin mezclarla con las decisiones tácticas ‑algo que hemos aprendido muy bien de las enseñanzas del profesor Juan Bosch‑), sobre todo partiendo de la "nobleza" mostrada por el Dr. Balaguer mientras se formalizaba el Frente Patriótico. Al enemigo no se le muestran ni se le dicen los planes para derrotarlo. "Para llegar a Rusia había que atravesar Alemania pero, ¿cómo podía hacerlo un revolucionario ruso? Sólo negociando con los alemanes, y de manera especial con los jefes militares de Alemania para que le permitieran cruzar el territorio alemán, que fue lo que hizo Lenin a pesar de que sabía que lo que estaba haciendo era muy peligroso porque si sus enemigos políticos se enteraban de esa negociación iban a acusarlo de traidor a su patria, como efectivamente lo acusaron cuando ya él estaba en Rusia, y esa acusación tuvo resultados tan peligrosos que para salvarse de ellos el futuro jefe de la Revolución Rusa se vio obligado a refugiarse..." (Juan Bosch, 33 ARTÍCULOS DE TEMAS POLÍTICOS, Pág. 53, 1ra Edición, 1988).
Se pudo jugar con el populismo hasta el punto en que quedara controlado por el partido, tal y como estaba sucediendo hasta el momento en que se dio aquella reunión, que sólo ha servido para restaurar la figura de Balaguer y oscurecer las mejores intenciones de la organización morada. Esperamos que, a pesar de los errores, el PLD pueda salir victorioso; aún sigue siendo la fuente política con los propósitos más sanos en favor del pueblo dominicano. Una derrota peledeísta proporcionaría una gran victoria al Dr. Joaquín Balaguer, quien saldría reivindicado de su alianza con el PLD, ya que la otra organización con peso específico en la sociedad dominicana -el PRD, conformado por líderes de su misma estirpe- se encargaría de validar dicha reivindicación.
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
15 de junio de 1996