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Danilo Medina: bravucón con la OEA y arrodillado ante el imperio

RD$57.5 millones (más de un millón de dólares) invirtió el gobierno dominicano para que la OEA se disculpara por un crimen que no cometió

El presidente dominicano no se debe atosigar. Sus asesores deben tener presente que pensar y actuar correctamente son virtudes ajenas a él. Hay que ser muy sinvergüenza para buscar pose de patriota con un discurso de nacionalismo barato, reclamando que la OEA pida perdón por validar la invasión de Estados Unidos a República Dominicana en 1965 cuando hace apenas horas había decretado tres días de duelo por la muerte de Antonio Imbert, el traidor que por orden del imperio se prestó a derrocar a Bosch y que dos años más tarde sería hecho presidente, por las tropas invasoras yanquis, de la facción entreguista contra la que luchó Caamaño.

«El canciller dominicano insistió en la solicitud a la Organización de Estados Americanos (OEA) de pedir disculpas al país a través de una resolución por el apoyo brindado a Estados Unidos en la invasión ocurrida en 1965. “Se hace necesario para el pueblo dominicano cerrar este capítulo y muy bien le corresponde a la OEA colaborar en este sentido...”».

Las palabras de Danilo Medina y su canciller son simulación, teatro y bravuconería de barrio, recursos con los que el peledeísmo perverso mancilla la dignidad del pueblo dominicano. El apoyo de la OEA a la invasión de tropas gringas, en 1965, fue una acción secundaria. El ejercicio primario -que violó nuestra soberanía y arrancó la vida a más de tres mil compatriotas- fue la intervención militar de Estados Unidos... ¿Por qué no se le exigió a John Kerry, Secretario de Estado del imperio, que se disculpara? ¿No fue el imperio quien evitó el retorno de Juan Bosch al poder y la restitución de la Constitución de 1963? ¡Cuánta mentira! ¡Cuánto descaro! ¡Cuánta desfachatez! ¡Cuánta insolencia!

El 28 de abril de 1965 Estados Unidos invade el país. La OEA aprueba la Fuerza Interamericana de Paz el 23 de mayo de ese mismo año. Del 13 al 15 de junio de 2016 Danilo Medina y su canciller piden a la OEA se disculpe en la 46 Asamblea General que se celebra en Santo Domingo y que cuenta con la presencia de John Kerry, Secretario de Estado del imperio. Si la OEA valida la invasión yanqui 26 días después, ¿lo correcto no hubiera sido exigirle al imperio que pida perdón al pueblo dominicano por haber violado su soberanía y asesinado miles de sus mejores hijos? El descaro que habita en el presidente dominicano va de la mano con la falta de escrúpulos que exhibió al embarcarse en una reelección que él mismo había demonizado.

¿Cómo puede la OEA, 26 días después de una intervención militar, "dar el aval que la permitió"? La OEA puede avalar la invasión yanqui, no importa cuando haya sucedido; puede respaldar lo que hicieron los yanquis, sea bueno o malo; pero permitirle al imperio que haga lo que él ya había hecho es un soberbio disparate. ¿Cómo puede "la Secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica del Departamento de Estado de EE. UU." decir "que no ve con malos ojos la solicitud de la República Dominicana a la OEA de emitir una nota de desagravio por la invasión estadounidense de 1965 legitimada por el organismo" cuando es a ella y a cuantos representa a quienes corresponde pedir perdón por pisotear la soberanía y masacrar a miles, en una acción que sería acreditada por la OEA 26 días después?

Estas son dos noticias que recoge la prensa dominicana, y las muestra cual si fueran las tetas de Lucy Pinder, con el desparpajo típico de una sociedad de retrasados mentales:
«La Asamblea General... de la Organización de Estados Americanos (OEA), aprobó este miércoles una declaración de desagravio a la República Dominicana, por el rol desempeñado por el organismo regional, al dar el aval que permitió una intervención militar en el país durante la Revolución cívico-militar de abril de 1965.» (EL NACIONAL).

«La Secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica del Departamento de Estado de EE. UU., Mari Carmen Aponte, dijo hoy que no ve con “malos ojos” la solicitud de la República Dominicana a la OEA de emitir una nota de desagravio por la invasión estadounidense de 1965 legitimada por el organismo.» (ACENTO).
La OEA se disculpó por algo que no hizo; quien intervino en Dominicana fue el imperio. La OEA avaló lo que 26 días antes habían hecho los invasores gringos. ¿De quién fue la idea de montar el espectáculo? De un ignorante que dirige los destinos de la nación, que ha leído tan poco en su inescrupulosa vida -de amarres y "serruchaderas" de palo- que llegaría a considerar, tal y como lo dejó ver en su mediocre discurso, que la intervención gringa y el endoso del servil organismo regional se dieron el mismo día.

¿Cuánto costó el show mediático que se montó para satisfacer la megalomanía de Danilo Medina? Casi un millón de dólares ["República Dominicana aportó 600 mil dólares" más "la inversión en el montaje logístico" (comillas del canciller Andrés Navarro)]. Al cambio, un millón de dólares equivale a 46 millones de pesos. Si sumamos el 20% con el que se inflan los presupuestos para favorecer los bolsillos de los "funcionarios", entonces se gastaron 57.5 millones de pesos para seguir brindándole bachata al pueblo. A quien había que exigirle que de rodillas pidiera perdón, y además una indemnización de 10 mil millones de dólares, era a John Kerry, la máxima figura del imperio en política exterior. Mientras los dominicanos sigan comportándose como pendejos... seguirán siendo tratados como pendejos.

Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
18 de junio de 2016