I.- Sin papeles desclasificados, se conoce a los autores del asesinato de John. F. Kennedy - Asesinato y teatro
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John Fitzgerald Kennedy (como sus siete hermanos) fue educado por sus padres con rectitud y un espíritu de competencia considerado hoy lesivo por el nuevo método de crianza impuesto por las más ignominiosas mentes que manipulan el planeta. Cuando su padre —Joseph P. Kennedy Sr.— fue nombrado embajador de los Estados Unidos en Gran Bretaña (en 1938), él y su hermano Joe lo acompañaron a Europa en un viaje que les sirvió para enriquecer sus conocimientos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, John F. Kennedy recibió la Medalla de la Marina y del Cuerpo de Marines por su valerosa actuación en 1943 durante el ataque a su lancha patrullera por parte de un destructor japonés. Malherido, tuvo que someterse a varias operaciones; durante la convalecencia de una de ellas escribió 'Perfiles de coraje', libro con el que ganaría el premio Pulitzer en 1957. En 1947, John se convirtió en diputado por el Partido Demócrata por el estado de Massachusetts; en 1952 conoció a Jacqueline Lee Bouvier, con quien se casó en septiembre de 1953; en 1952 ganó una senaduría por el estado de Massachusetts, función que desempeñó desde el 3 de enero de 1953 hasta el 22 de diciembre de 1960; y el 20 de enero de 1961, con 43 años de edad, se convirtió en el presidente más joven de la historia de los Estados Unidos.
Como en las escuelas de antaño, cuando debíamos explicar la historia de algún personaje y no estábamos preparados, decíamos: Fulano nació en tal sitio en tal año y murió en tal sitio en el año tal. ¡Punto! ¡Era todo! Matábamos al personaje en el mismo comienzo de la pobre, pero graciosa exposición. Apelamos a esta remembranza porque haremos lo mismo con el personaje de John Fitzgerald Kennedy: murió el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas, abatido por un francotirador.
El presidente Kennedy, la primera dama Jackie Kennedy, y el gobernador de Texas, John Connally Jr., y su esposa atravesaban Dealey Plaza (en Dallas, Texas) en una limusina presidencial (Lincoln Continental de 1961 descapotable). Se produjeron varios disparos que impactaron al presidente en la cabeza y el cuello, y a Connally en la espalda. Ambos fueron llevados al Parkland Memorial Hospital, donde Kennedy fue declarado muerto.
A partir de este momento, asesinado el personaje, nacen los teatros, las especulaciones, los encubrimientos y las mentiras, y nos llega, prácticamente después de seis décadas, por obra de un genocidio contra el pueblo palestino, por el bombardeo al Líbano, a Siria, a Yemen, y por último a Irán —a la vista de todo el mundo, con el apoyo de Estados Unidos y los demás países miembros de la OTAN—, la verdadera historia acerca del magnicidio
Lee Harvey Oswald —desequilibrado, marxista, infante de marina estadounidense, desertor de EE. UU., desertor de la Unión Soviética (URSS)— de inmediato fue considerado sospechoso del asesinato. Cinco investigaciones gubernamentales concluirían que disparó y mató a Kennedy. Dos días después, Oswald sería asesinado a tiros por Jack Ruby (figura del hampa estadounidense) en el sótano de la sede de la policía de Dallas.
Comisión Warren, estructura creada para validar la mentira de que fue un solo tirador el que hizo los disparos que asesinaron al presidente Kennedy
En septiembre de 1964, la Comisión Warren (creada por Lyndon Johnson, entonces presidente, para investigar el asesinato) concluyó que Oswald actuó solo [conclusión que fue apoyada por el FBI, el Servicio Secreto y el Departamento de Policía de Dallas (¿alguna duda?)]. Lo que acabamos de decir parece haber salido de una obra teatral de Broadway (Nueva York), o de una presuntuosa película de Hollywood, hogar de producción cinematográfica que sirve al Pentágono y a la CIA como fuente de difusión y sustentación de mentiras.
Se ha debatido durante mucho tiempo si fue uno solo el tirador (según la Comisión Warren, fueron tres disparos, de los cuales dos impactaron en Kennedy). Esta teoría es la que ha prevalecido en todos los magnicidios perpetrados en Estados Unidos. El día que se descubra tal falacia, el mundo sabrá que ese "tirador solitario" es la artimaña a la que apela el establishment imperialista para dar golpes de Estado; de esta manera, no se interrumpe "la larga historia de vida democrática" en un sistema de gobierno que no cree en Dios, pero que, a los cuatro vientos, pregona que "Dios bendice a América".
Continuará...
Nemen Hazim
Santo Domingo, República Dominicana
29 de junio de 2025