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Dr. Balaguer, ¡ya basta!

Basta de tanta coherencia inconstitucional. Las violaciones a la soberanía nacional y al ejercicio independiente de los poderes del Estado han sido ejecutorias del diario vivir durante todos los períodos de gobierno del Dr. Balaguer

A mediados del último quinquenio de la década 1961‑1970 fue Ud. capaz de concebir la forma de regir nuestro país, alejándose de toda concepción institucional, al señalar que la constitución de la República Dominicana no era más que un pedazo de papel.

Su preconcebido señalamiento trazaba las pautas para los que serían sus interminables años al frente del aparato estatal, estableciendo cátedras en lo que respecta al desconocimiento de las reglas que deben darse las sociedades para que tanto sus miembros como sus instituciones caminen de forma natural y ordenada, sujetos a deberes y derechos que les son intrínsecos en toda convivencia democrática.

Usted trazó las pautas para futuras ejecutorias; a partir de ese momento la "autocracia" quedaba establecida, permitiéndose a sí mismo la libertad de imponer sus criterios sin que importaran los de los poderes Legislativo y Judicial.

Sus proezas como mandatario van más allá de lo sensato: señalar que la corrupción termina en la puerta de su despacho, adjudicar al crecimiento de la economía la "institucionalización de la corrupción", validar el "macuteo" como ingreso complementario de los empleados públicos y plantear su renuncia frente al jefe de otro Estado que no es el dominicano, son algunas de las que vienen a nuestra memoria en estos momentos.

Las violaciones a la SOBERANÍA NACIONAL y al ejercicio independiente de los poderes del Estado han sido ejecutorias del diario vivir, pero sobresale, por encima de todas, la fijación, en los momentos actuales, de un impuesto de diez dólares (US$10.00) -moneda del Estado norteamericano, no del Estado dominicano-, que debe pagar todo ciudadano, dominicano o no, que se proponga viajar a otros países. Lo extraordinario de esta medida es que con ella se viola, al mismo tiempo, la SOBERANÍA NACIONAL -o-, y las atribuciones del CONGRESO, institución a la que le corresponde "establecer los impuestos o contribuciones generales y determinar el modo de su recaudación e inversión".

POR FAVOR, DR. BALAGUER, ¡BASTA YA DE TANTA COHERENCIA INCONSTITUCIONAL!

Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
21 de octubre de 1994