El poder no se conquista partiendo de la división del PLD
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«El PLD surgió como... "el único partido de cuadros entre los partidos democráticos de América"... Su estructuración fue concebida tomando como referencia el funcionamiento de la Iglesia Católica y de las instituciones castrenses. La misa que se celebra en Pedernales y en San Pedro de Macorís es la misma; la que se oficia en Philadelphia, Pennsylvania (EE. UU.), es una con las mismas características que aquella a la que asisten los feligreses de Aguadilla (Puerto Rico) o los naturales de Bogotá (Colombia). Los militares se rigen por los mismos códigos: actúan en forma similar tanto en Bolivia como en Francia; tanto en Argentina como en República Dominicana. Por eso un peledeísta de Dajabón pensaba y actuaba igual que uno de La Romana; uno de San Cristóbal lo hacía de idéntica manera que otro de Puerto Plata.
«Los círculos de estudio, la militancia, la actividad organizativa, la fiscalización -tanto moral como ética-, el adoctrinamiento, los métodos de trabajo, la unificación de criterios, [la disciplina], el manejo de las finanzas, la formación de liderazgos y la toma de decisiones se constituían en filtros... que delineaban una maquinaria política sin igual, que se nutría (en apariencia)... de "personas con vocación de servicio, íntegras, con los atributos necesarios para desempeñar la dirección del Estado". Pero "una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja". El engaño no tardó en desbordarse; pesaron mucho las contaminadas raíces sociales que dan forma al accionar dominicano; no tardaría en materializarse el infame plan que se habían trazado "ciudadanos sanos, con una práctica de vida ética y moral", que vería sus primeros frutos con la ineluctable desaparición del líder.» [Dictadura con respaldo popular, alternativa contra la degradación moral y el frente oligárquico].
Faride Raful expresa que "la unidad del PLD es inquebrantable a la hora de defender su impunidad y sus intereses". Muy cierto, pero no es la única razón; el PLD se mantendrá unido porque quienes lo dirigen, traicionando a Juan Bosch, usaron sus enseñanzas para adaptar el partido a sus propios intereses, no a los del pueblo, y han mantenido, dentro del esquema de inmoralidad y corrupción con el que administran el Estado, las características fundamentales que cohesionan a los peledeístas: la unificación de criterios y la disciplina, virtudes que nunca han poseído los "perrede(me)ístas" y que su padre, que fue (o es) un alto dirigente del PRD (PRM), en un serio y sincero ejercicio de autocrítica, debió explicarle.
La disciplina a la que Juan Bosch apelaba dentro del PLD era una consciente que perseguía la correcta participación de los miembros del partido en acciones que favorecieran a todos los dominicanos; a la que recurren Leonel Fernández, Danilo Medina y otros dirigentes morados está determinada por la distribución "proporcional" de los recursos saqueados al erario: su función, en ambos casos, es la misma. Esperar que saldremos de las ratas moradas porque tomarán bandos opuestos es un craso error político. Al PLD sólo se le sacará del poder con la alianza de todos los opositores (y la selección de un candidato honesto, serio y comprometido a carta cabal) o con el uso de las armas.
Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
19 de julio de 2018