Ficción y realidad
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Durante los últimos dos años hemos sido "conminados" por nuestra hija para ver películas de ficción, y, dentro de estas, las que son su pasión: horror. Bajo las alternativas de "la vemos" o "la vemos", optamos por la primera... o la segunda: 'The Haunting of Hill House' daba inicio con el característico tema de Netflix.
Los diez capítulos fueron devorados en tan solo tres días. ¡Y vaya sorpresa! Disfrutamos la serie con la entrega y la pasión que caracteriza cada una de nuestras acciones.
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«Hill House, nada cuerda, se alza ante sus colinas con oscuridad en su interior. Lleva así cien años y podría seguir cien años más. Dentro de ella, las paredes se mantienen erguidas, los ladrillos siguen rectos y las puertas están cerradas. El silencio oprime incesante la madera y la piedra de Hill House. Y quien camine dentro lo hace acompañado.
«El miedo... El miedo es la renuncia a la lógica; la renuncia voluntaria a patrones razonables. Pero también puede serlo el amor. El amor es la renuncia a la lógica. La renuncia voluntaria a patrones razonables. O nos rendimos ante él, o luchamos, pero no podemos hacer ambas cosas. Sin él, no podemos continuar existiendo cuerdos en condiciones de realidad absoluta.
«Los viajes terminan cuando los amantes se encuentran... Vi a nuestra hija bailar en su boda. Su sonrisa era como una luz que se reflejaba en las caras de todos, y yo reconocí esa luz porque era nuestra. Era nuestra. Nos amamos tan bien que se esparció por el universo y creamos una nueva estrella... Los viajes no terminan. No si amas a alguien. No terminan nunca. ¿No es maravilloso?»
Terrorism Close Calls
Anoche (noche del 3 de octubre de 2018 y madrugada del 4) regresamos a la vida real: el terrorismo que nunca verá el fin mientras las naciones que lo sufren no reconozcan la causa que lo provoca. Como en la serie 'Terrorism Close Calls' se aborda el tema de las lecturas de los correos electrónicos y de los "blogs" por parte de las agencias de seguridad (qué bueno que lo hagan: así sabemos que lo que plasmamos por esta vía llega a las más altas instancias del poder imperial), nos permitimos expresar lo siguiente:
.- El terrorismo, no el que ejecutan los alienados en una sociedad donde las armas se expenden como flores, sino el de los musulmanes (la mayoría; algunos son auspiciados por Occidente, sobre todo por EE. UU.), nació cuando Francia, Inglaterra, España, Italia, Portugal, Holanda, Bélgica y Estados Unidos comenzaron a apropiarse de sus territorios y recursos naturales.
.- Si esas potencias abandonaran los suelos musulmanes ocupados, sacaran sus tropas y transnacionales y dejaran de entrometerse en sus problemas, el terrorismo terminaría. ¿Por qué no procederán de esa forma? Porque la venta de armas, de tecnología en seguridad y de todo lo relacionado con ambas, además de las riquezas que usurpan, es la savia del desbordante capitalismo norteamericano.
.- Netflix, que en gran medida difunde lo que conviene a los intereses del imperio -lo que es entendible-, muestra a sus ciudadanos, y al resto del mundo, algunas verdades insoslayables, pero lo hace en momentos en los que el público, en tanto ignore la realidad de los hechos, no puede -ni le interesa- escucharlas y mucho menos asimilarlas.
Sobre el capítulo 4 de la serie 'Terrorism Close Calls',
'Operation Chevrolet: The Plot to Kill Saudi Ambassador'
'Operation Chevrolet: The Plot to Kill Saudi Ambassador'
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«Es una conspiración de Irán para atacar Estados Unidos. Era evidente que esta maniobra había sido ordenada y aprobada por los altos niveles del gobierno iraní.
«Quieren asesinar al embajador saudí en Estados Unidos. El complot refuerza la idea de que el régimen es el peor enemigo de EE. UU.
«Desde el golpe de Estado de 1953 organizado por la CIA contra Mosaddegh, Irán y EE. UU. han tenido décadas de desconfianza, matanzas y enemistad.»
Mohammad Mosaddegh fue primer ministro electo democráticamente por el pueblo iraní. Ejerció entre 1951 y 1953: nacionalizó el petróleo, expulsó a los técnicos británicos y liquidó la ‘Anglo-Iranian Oil Company’. Fue depuesto por un golpe de Estado organizado por la CIA y el MI6, en agosto de 1953, que restableció la autoridad del sha Muhammad Reza Pahlavi bajo una dictadura monárquica, incondicional de Washington y Londres. Cuando se ven cosas como estas hay que concluir que el pueblo norteamericano es tan culpable como el propio imperio de los desmanes que este comete contra otras naciones que no profesan su capitalismo enfermizo. El mismo documental expresa que la CIA fue responsable del golpe de Estado de 1953... EE. UU. depone el primer ministro iraní y a cambio espera flores de Irán.
Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
4 de noviembre de 2018