Tribuna de Nemen Hazim

Cómo la degradación social y la inexistencia de oposición política inducen a un pueblo a certificar a los autores de su propia desgracia

«Danilo es segundo mejor valorado; sólo es superado por Putin», fue el titular del periódico El Nacional del 10 de noviembre de 2018. La reseña periodística, de José Antonio Torres, reza como sigue:

"El presidente Danilo Medina es el segundo mandatario mejor valorado en el mundo... Según un cuadro presentado ayer (9 de noviembre, NH) por la Asociación de Comunicación Política (ACOP), el presidente Medina se adjudicó un 59 por ciento de aprobación de la población, tomando como referencia una investigación de campo realizada por la empresa Mark Penn en agosto de este año. De acuerdo al estudio de la revista española ACOP, Medina supera a los demás jefes de Estado de América, incluyendo al presidente estadounidense Donald Trump, quien ocupa el puesto 16, con un 40% de aceptación. Este estudio lo hizo Gallup en agosto del 2018. Con relación a un estudio similar realizado el pasado año, el presidente Medina tuvo un repunte de 7%, ya que en aquella ocasión ocupó el quinto lugar del ranking con el 52% de aprobación... En noviembre de 2016 el presidente Medina alcanzó el tope mundial de popularidad al lograr una aprobación de 83%, en una investigación a cargo de Mitofsky, que relegó a un segundo lugar a Putin, que para la ocasión obtuvo un 82 por ciento".

Nos gustaría saber qué van a hacer los que han presagiado poblada, revolución, muerte, desolación, destrucción, cárcel y todos los otros cataclismos que han augurado y transcrito algunos genios durante el último año; qué van a hacer los que se han estimulado sexualmente proclamando que le llegó la hora a los delincuentes que vandalizan el poder.

Juan Bosch escribió Composición Social Dominicana y varias obras sobre las clases sociales en República Dominicana, y lo hizo para que fueran leídas, no exhibidas en una estantería. Como cada día nuevo los morados cometen algún desafuero peor al del anterior, la sociedad debe comprender que sólo con las armas, o con la unidad de toda la oposición, se podrá expulsar la perversidad del Palacio Nacional, no exponiendo fruslerías ni escribiendo líricas sobre una realidad social a todas luces desconocida por quienes asumen que la sociopolítica se aprende de oídas.

Esa valoración a Danilo Medina, suministrada a ACOP, ha sido otorgada por los propios dominicanos, no por los kurdos ni los chiítas. Mientras ese pueblo sea feliz con ron, bachata -o cualesquiera de las otras desviaciones musicales que hemos adoptado- y un celular -para leer (los que saben) y publicar pendejadas-, mientras se muestre enajenado de su propia realidad -viviendo al margen de la adversidad que lo corroe-, y mientras siga inmerso en las degradaciones propias de las capas de la baja pequeña burguesía -a las que pertenece la mayoría-, los números que presenta la ACOP -que son auténticos, no fábula satisfecha por el gobierno, como pensarán muchos- deben llamar a reflexión: o se sustantiva una de las alternativas señaladas o nos veremos subyugados por el PLD más allá del año en que debemos celebrar el bicentenario de la independencia. Ya lo ha dicho el ilusionista y rey de la conceptualización; el más cínico, inmoral, corrupto y descarado de todos los dominicanos: Leonel Fernández.

Las expectativas, en un escenario como el que acaba de bosquejar la revista española, no son nada halagüeñas. Dice Cathia Rousseau -una eximia amiga que nos proporcionó Facebook-, y con mucha razón, no creer "que haya salida por el momento. Es una tragedia lo que vivimos a diario, no tanto por los despropósitos del PLD como por el apoyo de la mayoría. El hecho de que se le haya negado la educación a este pueblo más lo que traemos en nuestro ADN como país, hacen una suma nefasta y con pocas posibilidades para cambiar lo que tenemos ahora". En muy pocas pero precisas palabras resume la Sra. Rousseau la realidad social de la República Dominicana.

Apelar a la lucha armada es una utopía en un país de indiferentes y pusilánimes que sepultó en el olvido a los héroes que dieron gloria a nuestras grandes gestas, que abandonó la bizarría que alcanzó ante un déspota como Joaquín Balaguer (de igual o peor ralea que Trujillo). Como es quimérica la confrontación armada, se hace necesaria, como única, última y muy complicada tarea, en tanto somos dominicanos, la alineación de todas las voces para exigir, no pedir, la unidad de la oposición, sin protagonismos ni jerarquías, bajo la conformación de un movimiento político colegiado que designe responsabilidades de Estado a cada uno de los que integren el cuerpo directivo; sólo así podremos hacer realidad la foto que muchos ingenuos han propalado por las redes, en la que a patadas se expulsa a Danilo Medina de la mansión presidencial...

Nemen Hazim
Carolina, Puerto Rico
11 de noviembre de 2018

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