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Luchemos por la transparencia de los comicios de mayo de 2020, no por Leonel Fernández

La defensa del fraude realizado a Leonel Fernández no es requisito sine qua non para evitar el que podría cometerse en 2020. ¿Acaso no hubo fraude en 9 de las últimas 14 elecciones? Evitemos la posible adulteración del mes de mayo de 2020, pero sin defender al más vil de los dominicanos

¿Hubo fraude en las primarias abiertas celebradas por el PLD el 6 de octubre del presente año?. Lo hubo, y no cualquier fraude: fue uno colosal. De haber sido elecciones pulcras el Dr. Leonel Fernández hubiese obtenido un resonante triunfo.

Además de fraude hubo, por los medios informativos (radio, prensa escrita y televisión), desinformación y explicaciones insustanciales e infantiles por parte unos cuantos "politólogos", carrera creada no se sabe dónde, ni por quién, que se ha convertido en la República Dominicana en una muy lucrativa.

La Real Academia Española (RAE) define politólogo como "especialista en politología", y politología como la "disciplina que estudia la teoría política"; por tanto, un politólogo vendría a ser un "especialista en la disciplina que estudia la teoría política". La palabra "disciplina" tiene varias acepciones, pero la que se corresponde con el entorno lingüístico que la RAE señala es "arte, facultad o ciencia". ¿Qué es realmente un politólogo? Es un "especialista en la ciencia que estudia la teoría política"; y esta definición lo que entraña es que un politólogo viene a ser un "experto que cultiva, practica o domina las Ciencias Políticas". Incluso podríamos decir que un politólogo es un "avezado en el arte de la política". ¿Cuál de los panelistas que pudieron escuchar, leer o ver los dominicanos cuando inició el conteo electrónico de los votos reúne esas condiciones? Absolutamente ninguno.

La primera parte del fraude se efectuó como se ha procedido siempre: comprando las cédulas de las personas que estaban claramente identificadas con el presidente del PLD para que no pudieran emitir sus votos. La segunda: alterando el escrutinio por vía de un programa de computadora. Los resultados no se emitieron de forma aleatoria; el hecho de que los votos de las provincias del suroeste (los del hambre y de la miseria que siempre “se inclinan” por el candidato oficial) se hayan dejado para el final proporciona una pista para descifrar la adulteración.

Después de pedir la intervención de la OEA, la Unión Europea, la OTAN, ISIS, EE. UU., Al-Qaeda y la Agencia Internacional de Energía Atómica, Leonel Fernández apela al "patriotismo del pueblo dominicano"...

Si los peledeístas se mataran entre ellos el país saldría altamente beneficiado. Como expresara el profesor Patricio García, un amigo culto y capaz que conocimos gracias a las redes sociales [Licenciado en Educación (Letras Modernas), Máster en Enseñanza del Español y Doctor en Estudios del Español (Lingüística y Literatura)], “han sido removidos de nuestro camino dos grandes peñascos: Hipólito Mejía y Leonel Fernández, y dos piedras filosas: Sonia Mateo y Lucía Medina. Ya con esto vamos ganando... y mucho”.

A partir de esta fecha lo que procede es la unión de la oposición para salir de los depredadores del erario. Como Luis Abinader cuenta la mayor simpatía, debe ser escogido candidato a presidente; Guillermo Moreno, Minou Tavárez Mirabal, Narciso Isa Conde, Max Puig y otros dominicanos, íntegros, honestos y responsables, deben ser escogidos desde ya, y presentados ante el pueblo, como los futuros miembros del gabinete.

La vileza de Leonel Fernández no tiene manera de cotejarse con otras villanías. Este engendro de la simulación olvidó que la compra de cédulas fue la trapacería que él mismo implementó para que Danilo Medina “triunfara” en las elecciones de 2012. Es tan selectivo y acucioso para la perfidia y la maldad que, junto al abogado que le acompañó en una exposición que hiciera por televisión, aludió tan ruin y desgraciada actividad refiriéndose específicamente a que “el candidato debe renunciar si compra, en lugar de conquistar, la voluntad popular”. Con la especificidad de “el candidato” pretende excluirse y exculpar al partido que fundó Juan Bosch y que él se encargaría de convertir en boñiga.

Leonel Fernández hablando de Estado de Derecho y respeto a la Constitución... ¿En serio?

El fraude lo habíamos advertido el 27 de septiembre de este año con las palabras que siguen: «El fraude se hace comprando cédulas o modificando, con algún “software” previamente instalado en el Centro de Cómputos de la JCE, el conteo de los votos»; si no se hubiese producido la celada Leonel Fernández hubiera ganado con un margen significativo.

Debemos ser pacientes; los peledeístas han comenzado a tomar de su propia medicina. Lo importante en este momento es que Leonel Fernández se hunda hasta lo más profundo del pozo que comenzó a construir el 16 de agosto de 1996, nefasta fecha en la que llegó al poder por vía de la trampa y el engaño. ¡Que se inmole si lo considera pertinente! Ha sido el principal artífice del proceso de deformación social que ha vivido la República Dominicana: desvirtuó la esencia del Partido de la Liberación Dominicana y es el culpable de que el inescrupuloso que gobierna haya salido peor que él. Con su salida del escenario político se ha dado un primer paso; el pueblo no debe involucrarse en la pugna que hace estragos de la corrupta e inmoral maquinaria morada. Gonzalo Castillo no debe ganar las venideras elecciones presidenciales con la mitad de los votos morados, pero la oposición debe solidificarse con una base popular de sustentación que esté dispuesta a sacar del poder el cuatrerismo, aún la facción del PLD que gobierna el país pretenda embarcarse en otro hurto electoral. Paciencia, unidad y férrea voluntad para enfrentar la degeneración es lo que requiere el momento.

El doctor Leonel Fernández, apelando al oportunismo y a la traición, comenzó a socavar la formidable estructura de fiscalización con la que funcionaba el PLD desde que visualizó la inminente desaparición del escenario político de Juan Bosch, el líder indiscutible e histórico del partido morado. La petición que acaba de realizar para que el pueblo dominicano se lance a las calles en defensa del fraude que le han hecho sus mismos compañeros de partido nos trae a la memoria cuando él, precisamente él, junto a Vicente Bengoa y Temístocles Montás, se interpuso ante Juan Bosch para que no llamara a ese mismo pueblo a defender el robo que le hiciera Joaquín Balaguer en las elecciones de 1990.

Esos tres villanos no sólo neutralizaron al fundador del PLD; además, y por iniciativa del mismo descarado que hoy preside el partido morado, Bosch fue catalogado de “viejo loco” (“ahora el viejo loco este quiere inmolarse como Martí”, fueron exactamente sus palabras). República Dominicana no ha dado en toda su historia, y hemos tenido muchos, un embaucador, corrupto, inmoral, cínico, simulador e indolente como Leonel Fernández. ¡Y todavía hay serviles e ignorantes de la política (no de la politiquería, a la que honran con adulonerías y escritos rimbombantes), de dudosa reputación y marcados intereses, supuestamente vanguardistas, arrastrándose en su defensa! ¡Como si descifrar el fraude en estas primarias abiertas y electrónicas (características que se dan por primera vez) fuera condición sine qua non para combatirlo antes de que puedan ejecutarlo para las elecciones de 2020!

No permitiremos que al pueblo se le robe lo que es nuestro” [Leonel Fernández]. ¿Lo quieren más procaz?

Cuando una persona aparenta lo que no es, y se encuentra ante una situación como la que atraviesa el PLD, desnuda el oportunismo que la consume. Tratar de justificar que hay que defender a Leonel Fernández para que en el 2020 no se repita el fraude con el que acaban de robarle la candidatura presidencial por su partido es la mayor mentira que pueda esgrimirse. Es como si esa persona hubiese vivido las últimas seis décadas en una cueva de Turquía, aislada del mundo, donde ni las señales de humo llegan. ¿Acaso es nuevo el fraude que le acaban de hacer al delincuente que preside el partido morado? ¿Fueron limpias las elecciones de 1966, 1970 y 1974? ¿Qué sucedió en la contienda de 1978? ¿No hubo fraude en los certámenes electorales de 1990 y 1994? ¿Qué hizo el PLD en el congreso para robarle las elecciones al Dr. Peña Gómez en el año 1996? ¿Cómo triunfó Danilo Medina en las de 2012 y 2016? Argumentar tal perfidia no procede; es preferible que quien se apresta a tal aventura defina el provecho que obtendría con una victoria del negligente y mezquino que degradó la sociedad. Es un derecho que le asiste; estaría haciendo un sano ejercicio de honestidad.

¿Cómo es posible que todavía existan dominicanos -humillados, pisoteados, saqueados, pateados y violados por el PLD y sus dos líderes principales-, opuestos a sus alevosas prácticas, empeñados en defender uno u otro bando -el de Danilo o el de Leonel- cuando lo beneficioso para el país sería que se aislaran en su lucha a muerte por el poder? ¡Que se maten y desaparezcan por siempre de la sufrida patria dominicana! Se presta a suspicacia la encomienda de algunos, autoproclamados revolucionarios, defendiendo con encono a Leonel Fernández, el más deshonesto, desvergonzado y abúlico de todos los nacidos en la nación que nos legó Duarte. ¡Qué pena que esas energías no se destinaron a combatir fraudes anteriores!

En noviembre 17 de 2017 habíamos escrito: «Julio César Castaños Guzmán dijo que no es fiscal para someter a la justicia a Roberto Rosario por las "irregularidades" en la compra de los equipos electrónicos que sirvieron para validar, en el certamen electoral pasado, el fraude del inescrupuloso que gobierna, pero sí lo es para sentenciar que caerá una maldición por la petición del pueblo para que, por corrupto, renuncie Danilo Medina. Este charlatán es quien se encargará de validar el nuevo asalto al poder de la mafia morada en el 2020»

Ese elenco, que pretende definirse contrario al ejercicio burdo del poder por parte de los peledeístas, que de política sabe lo que nosotros conocemos acerca del tratamiento que se requiere para combatir el Síndrome de Moebius [reconocemos que poseen sobrada capacidad para las cantinfladas (¡como el propio Leonel Fernández!), el confusionismo, la banalidad y el "Derecho Muladar"], continúa en su perniciosa tarea de defender el fraude que le hicieran al más ominoso de los dominicanos. Sería fantástico que alguno de esos infames -resignados a las loas y al "oro en morral"- explicara por qué hay que condicionar el eventual fraude del 2020 al que acaba de cometerse en estas primarias (que por primera vez se celebran en un partido de manera digital y en forma abierta), cuando República Dominicana ha celebrado, históricamente, menos elecciones limpias que los dedos que exhibe la pata trasera izquierda de un rinoceronte.

Tómenles los nombres a todos esos supuestos opositores al PLD que han activado, con el marcado pretexto de que el fraude cometido en las primarias puede repetirse en mayo de 2020, la descarada campaña a favor de Leonel Fernández: son los mismos que se han pasado los últimos dos años teorizando y publicando necedades como si el próximo dolo, el que se espera suceda dentro de siete meses, no sería una repetición de todos los que se han escenificado a partir de 1966. Las emociones y los intereses que los motivan los llevan a mostrar sus desatinos; no cuentan con el mínimo conocimiento político para evaluar lo que conviene al país. Hace un año y once meses alertamos acerca del peligro que representaba una JCE en manos del actual incumbente y no vimos a ninguno de estos desorientados exégetas expresarse sobre la crisis que se veía venir. Hay que exhibir cojones para evitar el siguiente fraude, y esos cojones servirán para defender la voluntad de todo un pueblo, no la de un grupo de saqueadores encabezado por el envilecido y libertino que ha cualquerizado la sociedad dominicana.

Felucho Jiménez, alto dirigente del PLD y miembro de su Comité Político, dijo que “la actitud de Leonel Fernández pone en entredicho el empleo de alrededor de 500 mil peledeístas que verán en él al responsable y al culpable de que sus familias dejen de recibir el pan nuestro de cada día”. Debemos señalarle al compañero de pillaje de Leonel Fernández y Danilo Medina que no, que no son 500 mil, que son 2 millones 500 mil parásitos que el PLD tiene devengando salarios del Estado, forma de organización política que se nutre de los impuestos que el pueblo paga. No hay un solo peledeísta, de la tendencia que sea, que no esté en la nómina pública; incluso sin trabajar, como sucede con la mayoría de los leonelistas. Además, integran la nómina los “bonodependientes” -sector conformado por la masa pobre que, a cambio de la miseria que recibe, se adhiere al partido como una lapa- y los “compañeritos de la base”, que agilizan la actividad partidista en todos los rincones del país. Por eso el PLD cuenta con 2.5 millones de votos seguros, cifra que ningún partido de oposición puede remontar; por eso el Dr. Leonel Fernández debe quedarse solo, sin la defensa de los payasos, "opositores y consecuentes", que creen que hacen bien al país, con sus "poesías" y “leoneladas”, “analizando el vuelo de las mariposas”. ¡Que se joda Leonel Fernández! ¡Que se divida el PLD! ¡Y que desde ahora se inicie un movimiento cuyas características principales sean los cojones que se necesitan para exigir la desintegración de esta Junta Central Electoral y la conformación de una nueva compuesta por personas íntegras y honestas, sin afiliación política reconocida ni parientes cobrando sueldos de lujo pagados con los recursos del Estado!

La megalomanía de Leonel Fernández lo llevó a nombrar su proyecto político como “La Fuerza del Pueblo (LFP)”. ¿Por qué? Porque pretende promocionarlo como “Leonel Fernández Presidente”. Olvidó que esas iniciales corresponden a “Ladrón, Farsante y Perverso”, exactamente las tres características que lo definen...

El descaro de los peledeístas es tal que no debemos dudar de su participación en la impresión de billetes falsos -que acaban de ser mostrados al pueblo por la Policía Nacional- de mil y dos mil pesos con la finalidad de comprar el documento oficial para el ejercicio del sufragio. O sea, ahora el fraude es mucho mayor: no sólo apocaron a Leonel Fernández, el presidente del partido -su propio partido-; también les salió gratis la compra de cédulas.¡Y qué bueno que se hayan burlado de esos miserables que han hecho carrera vendiendo su conciencia! ¡Que se fastidien! ¡Tal como debe fastidiarse Leonel Fernández! ¡Tal como le tendría que llegar a Danilo Medina el momento de fastidiarse! Y, para que esto suceda, sólo se requiere de cojones: con las elecciones de mayo de 2020 como norte, el liderato político de oposición, junto al pueblo, debe comenzar, de manera militante y constante, manifestaciones en las calles para exigir la destitución de los actuales jueces de la Junta Central Electoral, la selección de los nuevos y la contratación de una compañía, preferiblemente suiza o sueca, que se encargue de administrar lo concerniente al voto electrónico y al escrutinio.

Como en República Dominicana se malgasta el dinero, y pareciera no dolerle a nadie, lo que cueste la contratación de la firma especializada sólo producirá paz y beneficio a la sociedad. No es posible que ese pueblo, acostumbrado a burlarse de los indios (no es raro escuchar a alguien, cuando percibe que lo van a engañar, preguntarle al que lo aborda si le ve cara de indio, queriendo significar, con esa estúpida y xenófoba alusión, que no es un pendejo pero el indio sí), no pueda hacer lo que los originarios de Ecuador (que montaron una militante y enérgica protesta hasta tumbarle el pulso a Lenín Moreno, el traidor y maligno presidente de esa nación).

La lucha que debe entablarse desde ya tiene que desembocar en certeza absoluta de que el certamen electoral a celebrarse dentro de siete meses será limpio y transparente. Mientras tanto, ¡que se joda Leonel Fernández! ¡Que se callen los imbéciles anti peledeístas y los pérfidos periodistas y panelistas, de supuesta “avanzada”, que apelan a la defensa del más indigno de los dominicanos! ¡Para evitar el fraude de mayo venidero no hay que defender a quien castró la sociedad dominicana! ¿Acaso es requisito haber estado presente para saber que Cristóbal Colón llegó a América el 12 de octubre de 1492 e inició el saqueo de nuestras riquezas y uno de los más grandes genocidios que recoge la historia? ¡Por Dios!

Leonel Fernández primero se embarcó en la tarea de realizar el mayor timo que en términos electorales ha conocido la República Dominicana: el que hizo el PLD desde el congreso cuando, por el camino de la estafa, subió de 45 a 50% el porcentaje para ganar en primera vuelta, ejecutado con el diabólico propósito de cercenar las legítimas aspiraciones del Dr. Peña Gómez de alcanzar el poder bajo las reglas de la mal llamada democracia representativa. Siguió con la traición que tuvo lugar en el Palacio de los Deportes de la capital dominicana cuando, mediante el uso de sedantes, logró llevar a Juan Bosch a la conformación de un infame "Frente Patriótico" en el que, con el fundador del PLD a su derecha y Joaquín Balaguer a su izquierda, y al mismo tiempo, levantó la mano izquierda del primero y la derecha del segundo, en un acto bochornoso y ruin de total irrespeto a la figura del líder histórico del partido morado. Con esta abyección inició la campaña radial y televisiva que sembró en el corazón mismo del pueblo dominicano, por su origen haitiano y el color negro con el que vino al mundo, el odio hacia el máximo dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (aun así, Peña Gómez obtuvo, en la primera vuelta, el 47% de los votos, porcentaje con el que hubiese ganado fácilmente si Leonel Fernández no hubiera estado al frente de la truhanería que el PLD realizara en el congreso).

La hija de Leonel Fernández llama al pueblo a lanzarse a las calles mientras ella -gracias al saqueo que su padre (un estafador atestado de hipocresía y negligencia) hiciera de los recursos pertenecientes a ese mismo pueblo- disfruta de las bonanzas que proporciona la vida primermundista. Sólo falta que la secunden los serviles e irresponsables que, en estas primarias, de manera descarada y viciosa, se han manifestado a favor del insidioso que degradó la sociedad.

La megalomanía de Leonel Fernández lo tiene desde hace tiempo delirando, expresando desatinos y teorías contrapuestas. Es sumamente preocupante que de tan "excelso conceptualizador" haya salido la palabra “revolución”, misma que, dentro del ser más pérfido e irresoluto que ha dado la polítiquería dominicana, suena incongruente, totalmente fuera de contexto. Dada la capacidad que tiene para teorizar y formular leoneladas [cantinfladas pero sin la gracia del extraordinario actor mexicano que se llamó Mario Moreno (Cantinflas)], no debemos dudar que esté muy cerca de establecer una nueva corriente ideológica matizada por la influencia de dos de los más sobresalientes genios que han dado lustre al socialismo: Marino Vinicio Castillo (Vincho), dominicano, y Vladimir Ilyich Ulyanov (Lenin), ruso, dando lugar a lo que se conocería en todo el mundo -no sólo en Dominicana; ¡que conste!- como “VINCHISMO-LENINISMO”.

En virtud de que la nueva propuesta ha nacido en la República (como dicen nuestros amigos boricuas), tendremos el honor de lanzar a las calles de Quisqueya los primeros vinchistas-leninistas. ¡El gobierno debe prestar atención a estos ateos y disociadores que se han propuesto la toma del poder por vía de las armas!

Nemen Hazim
Carolina, Puerto Rico
16 de octubre de 2019