A mi querido Chago, en tiempos de prueba...
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Santiago Hazim Albainy (Chago)...
Quiero expresar públicamente los sentimientos de amistad, cariño y profunda cercanía que me unen a Chago —como conocen al Dr. Santiago Hazim sus amigos y familiares— en este momento tan difícil y sensible de su vida. Más allá de cualquier circunstancia pasajera, lo que nos une es un lazo construido con los años, con la experiencia compartida, con la confianza acumulada y con un afecto que solo crece cuando la vida pone a prueba la fortaleza del espíritu. Hoy reafirmo ese lazo desde la sinceridad más honda, recordando que la verdadera hermandad se demuestra, sobre todo, cuando el mundo parece oscurecerse.
Sé que Chago enfrenta un proceso legal que deberá ser atendido por las autoridades correspondientes. Pero también sé —y lo digo con el corazón abierto— que resulta imposible confiar plenamente en un sistema que durante décadas ha permitido que personas responsables de inmensos daños a nuestro país caminen libres, sin vergüenza y sin consecuencias. Entre ellas, por la magnitud devastadora de sus acciones, se encuentran Leonel Fernández y Danilo Medina, cuyas gestiones dejaron heridas profundas en la moral pública y contribuyeron a instalar esa cultura del “tigueraje” que tanto nos ha enfermado como sociedad.
A esta sensación de desamparo institucional se suma la decepción que produce ver cómo el propio presidente Luis Abinader, quien ha proclamado una justicia independiente, asumió una postura hiriente e injusta en torno al caso SENASA. Su frase “tengo muchos amigos, pero no cómplices”, dirigida a un amigo de décadas, no solo fue innecesaria: fue una puñalada emocional que contradijo el honor y la lealtad que él mismo decía profesar. Nada hiere tanto como la deslealtad proveniente de quien afirmaba caminar a tu lado. Y aun así, dentro de este paisaje de sombras, elijo la esperanza. Elijo creer que el proceso que enfrenta Chago podrá esclarecer los hechos con transparencia, serenidad y verdad. Elijo confiar en que, incluso dentro de un sistema imperfecto, existe todavía la posibilidad de justicia. Porque un país sin esperanza sería un país sin alma.
Santiago Hazim y Nemen Hazim...
Quiero dejar dicho, con absoluta claridad y con todo el sentimiento que me habita, que nada de lo que ocurre hoy altera el cariño, el respeto, la complicidad, la familiaridad y la hermandad que siempre he sentido por él. Mi solidaridad no nace del juicio, ni del cálculo, ni de la conveniencia. Nace del amor fraterno, del agradecimiento por los años compartidos y de la certeza —innegociable para mí— de que los afectos verdaderos no se evaporan en los momentos difíciles: se afianzan. Acompañar no es justificar ni interferir; es estar. Y yo estaré. Siempre.
Quiero que Chago sepa que no está solo, que jamás lo estará. Que, desde el lugar que me corresponde, seguiré acompañándolo a él y a su hermano John, con la serenidad y el amor que inspira saber que la vida, aunque nos tumbe, también nos da quienes nos ayudan a levantarnos. [Hago extensiva mi solidaridad a su esposa María Isabel, a sus hijos Yamile y Miled y, en el cielo, a dos personas que quise mucho: John (Johnny) y Nabija.] La adversidad nos pone a prueba, pero también nos revela quiénes somos y quiénes permanecen. Confío profundamente en su fortaleza, en su espíritu y en la luz interior que siempre lo ha caracterizado. Y confío en que, por encima de toda imperfección humana o institucional, la verdad abrirá camino y la justicia alcanzará su forma más noble: la claridad, la dignidad y la paz.
Nemen Hazim Bassa
Santo Domingo, República Dominicana
9 de diciembre de 2025

