III.- A Juan Bosch hay que desgarrapatizarlo
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Entre esas se encuentra Leonel Fernández, empedernido narcisista que ha llegado al punto de pagar por alabanzas y loas; de robar al erario para comprometer honras con empresas e instituciones locales e internacionales; orador extraordinario que ha usado tal virtud, y en afán desmedido por confundir al pueblo, para competir con Mario Moreno, Cantinflas, en la cantidad y calidad de los disparates que expresa ante un público que considera al doctor Balaguer uno de los grandes intelectuales dominicanos, pero que nunca ha leído una sola de sus obras.
“Hay personas que creen que los hechos históricos son producidos por los grandes hombres, y resulta que es al revés; son los hechos históricos los que producen a los grandes hombres” (Juan Bosch).
¿Qué hecho histórico se ha dado para llevar al genio de la fantasía a la categoría de Grande Hombre? Ninguno… ¡Absolutamente ninguno!; este farsante y simulador es el producto del odio del pueblo dominicano a los haitianos, odio que volcó sobre la figura del doctor José Francisco Peña Gómez, el más grande orador y líder de masas en la historia de la República Dominicana, y del apoyo que el saliente representante de la oligarquía, Joaquín Balaguer, dio a quien pasaría a encarnar ese papel.
Los hechos históricos que proporcionan la categoría de Grande Farsante a Leonel Fernández son: el destino dado al préstamo de la Sun Land; los miles de millones de dólares, euros y pesos que permitió a sus testaferros engrosar en sus arcas, provenientes del erario; el contrato al que -junto con Miguel Vargas Maldonado- obligó a los congresistas que aprobaran -con el látigo de “¡voten, honorables!”-, para permitirle a la Barrick Gold saquear el país, y a la vez contaminarlo; los más grandes y comprometedores escándalos de droga; la simulación y el engaño con los que se comportó ante la inmensa figura de Hugo Chávez; la cobardía mostrada ante los depredadores militares por temor a ser derrocado; la confección del entramado de FUNGLODE, su construcción y la consecuente alimentación de fondos, robados al pueblo dominicano; etc., etc., etc.
Parece que Leonel Fernández sí; ¡pero fracasará! Este pueblo comenzó a dudar, a protestar, a reclamar, a recuperar el valor y el compromiso que una vez le hizo el más valiente y bravo de América. Este pueblo tendrá, en poco tiempo, que someter a juicio popular, y no simulado, a este cínico, corrupto e indolente, que sí se ha creído estar por encima de él. Este pueblo tendrá que sojuzgar a quien tanto daño le ha hecho. Nunca antes en la historia republicana un gobernante había sido tan inmoral y corrupto como Leonel Fernández; nunca antes un gobernante se había arrogado el derecho de mofa que este originario bajo pequeño burgués se ha dado.
“Ningún hombre es superior a su pueblo” (Juan Bosch).
Se ha burlado de los dominicanos en tantas formas y maneras que ni Trujillo ni Balaguer despertaron tantas pasiones adversas. El aparato judicial lo dejó preparado; los congresistas responden a sus lineamientos; algunos militares, que inexplicablemente el actual mandatario ha mantenido (bueno, como casi todo), son de su entera confianza; pero cuando un pueblo agota la paciencia y se sacude de los robos y abusos de poder, y también de las burlas, el nivel de violencia puede llegar a alcanzar niveles insospechados.
Continuará...
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
1 de mayo de 2013