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Manny being Manny - Billy Berroa, inmortal de Cooperstown

Por la defensa y el reconocimiento. La prensa norteamericana tiene un marcado interés en destruir a Manny Ramírez; existe una agenda oculta para opacar su dimensión. Con relación a Billy Berroa, queremos plasmar la inquietud acerca de si, después de muerto, puede hacerse un movimiento para llevarlo al Salón de la Fama de Cooperstown

Manny being Manny

Escribimos este artículo por dos razones muy importantes, por lo que pasamos a describir cada una de ellas.

.- Sentimos una gran frustración y una enorme impotencia con relación a lo que quiere “vender” la prensa norteamericana y algunos periodistas latinos en lo que concierne a la imagen de Manny Ramírez, el extraordinario jugador dominicano de béisbol, no el intelectual de La Sorbona.

Manny hizo unas expresiones con la única finalidad de manifestar que no siente presión, bajo ninguna circunstancia, durante el desarrollo de los partidos de béisbol en los que participa, ya sea en temporada regular o en las series clásicas de octubre.

Manny desarrolla un tipo de juego divertido, como intentan hacerlo los demás, con la diferencia de que él disfruta a cabalidad lo que hace en el terreno de juego: “fildear” una bola en el “left field” del Fenway Park, casa de los Medias Rojas de Boston; devolver al cuadro con una velocidad pasmosa cuando toma la bola y hay corredores en las bases; correr descabelladamente para alcanzar una base extra cuando pega uno de sus "hits" o admirar el recorrido de la pelota cuando siente que conectó un cuadrangular, como hacemos la mayoría de los que disfrutamos el béisbol. Dejamos constancia de que se ha hecho un rito entre los fanáticos de Boston levantarse y subir ambos brazos en señal de júbilo cada vez que Manny Ramírez conecta un cuadrangular con el “swing” más relajado y elegante que existe.

Debemos añadir que las expresiones de Manny se dieron en un lenguaje que no es el vernáculo, por lo que las mismas deben tomarse con cautela, sobre todo cuando nuestros extraordinarios jugadores que están en las Grandes Ligas provienen de las clases más necesitadas (de recursos materiales y educación). Mucho han hecho Manny Ramírez y otros jugadores dominicanos… y otros jugadores latinos… y otros jugadores americanos blancos… y otros jugadores americanos negros, porque, a fin de cuentas, casi todos, con estudios o sin ellos, tienen más o menos la misma capacidad intelectual. Y, por si hay dudas, señalamos las palabras de Curt Schilling del 20 de octubre del 2007, plasmadas en inglés, tal y como fueron publicadas por ESPN; citamos: "It's very simple now. I go out and do my job tomorrow and we win, or I don't and we lose. I don't think that that's too much pressure or too little. It's just reality".

Nos preguntamos, ¿hay alguna diferencia con las palabras de Manny? (“If it doesn't happen, who cares. There's always next year. It's not like it's the end of the world”). No. NO HAY ABSOLUTAMENTE NINGUNA DIFERENCIA, salvo que Schilling es americano y blanco y Manny es latino y negro, pues el color “indio” no existe en los Estados Unidos.

Si a Manny no le interesara ganar no fuera el primero en llegar a los parques de béisbol, como hemos podido constatar en varias oportunidades en que hemos visitado el Fenway Park. Si a Manny no le interesara ganar no hubiera peleado el “home run” que le quitaron descaradamente seis árbitros, que, reunidos no sabemos para qué, dictaminaron que la bola no había tocado la raya amarilla (por fortuna esta decisión traerá en forma acelerada el “replay”, aunque sea sólo para dilucidar jugadas parecidas).

¿Cómo es posible que a nadie le interesara el cuadrangular que le robaron a Manny y sí se interesaran en cuestionar unas expresiones que lo único que perseguían era transmitir confianza y seguridad entre sus compañeros, sobre todo cuando el equipo estaba 1-3 frente a Cleveland? Hubo un “home run” claro (muy claro debido al “replay”), pasado más de mil veces en los canales de TV que se especializan en deportes, y ningún periodista le ha dado importancia. La prensa norteamericana tiene un marcado interés en destruir el icono que se ha creado en Boston, pues hay sobrada evidencia del amor y del cariño que esa extraordinaria fanaticada del béisbol de Grandes Ligas, la de los “Red Sox”, le ha profesado a Manny. Existe una agenda oculta para opacar la dimensión de Manny Ramírez.

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Billy Berroa, inmortal de Cooperstown

.- La segunda razón se sustenta en la dimensión de la figura de la narración del béisbol que murió en República Dominicana. Nos referimos a la muerte de uno de los más grandes narradores de béisbol de América Latina: Billy Berroa. Conocimos a Billy, establecimos una buena amistad, misma que quedaba corta con la que nuestro padre y él practicaron desde muy jóvenes; conversamos con él por última vez hace más o menos un año, cuando nos guardó entradas para el Yankee Stadium, donde pudimos disfrutar de la satisfacción que vivió nuestra adorada hija al ver a los Yankees perder de los Mets de Nueva York. ¡Qué extraordinario escuchar sus narraciones en los principios de los años sesenta cuando la información se recibía por un teletipo, que de forma muy escueta acotaba una jugada cualquiera! ¡Qué gusto proporcionaba oír esa narración, con vida, como si estuviera en el parque de béisbol transmitiendo el desafío!

Queremos por este medio plasmar la inquietud acerca de si, después de muerto, puede hacerse un movimiento para llevar a Billy Berroa al Salón de la Fama de Cooperstown, pues se ha ganado, por mucho, estar en el salón de los inmortales del béisbol de Grandes Ligas.

Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
20 de octubre de 2007