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[V de V] Deformación social dominicana: de Pedro Santana a Leonel Fernández

Francisco Alberto Caamaño Deñó: presidente constitucional de la República en Armas, desde el 4 de mayo al 3 de septiembre de 1965, mientras el pueblo, junto a un grupo de militares constitucionalistas, luchaba por el retorno a la constitución de 1963. V de V - Último) Combatió con valor, heroísmo, patriotismo y decisión al yanqui invasor que había violado la soberanía el 28 de abril de 1965 desembarcando 42,000 marines con la ridícula excusa de "salvaguardar la vida de los ciudadanos norteamericanos"...

Rafael F. Bonnelly: presidente en el periodo 1962-1963. Uno de sus principales logros fue la organización de las primeras elecciones libres tras el fin de más de 30 años de tiranía. Durante su paso por la presidencia aportó al país una serie de leyes sobre bancos y vivienda que aún están vigentes.

Juan Bosch: tomó posesión el 27 de febrero de 1963 y de inmediato inició una profunda reestructuración del país, promulgando una constitución que otorgaba a los dominicanos la libertad que nunca habían conocido. Reconoció los derechos laborales y los sindicatos; los derechos de las mujeres embarazadas, de las personas sin hogar y de la familia; los derechos de los jóvenes, de los agricultores y de los hijos ilegítimos. Se propuso acabar con los latifundios, el concordato, el maltrato a los obreros, los privilegios de los militares y la influencia norteamericana, por lo que tuvo que enfrentar un poderoso y criminal frente oligárquico que lo derrocó el 25 de septiembre de 1963. Implementó un riguroso plan de austeridad suprimiendo cargos burocráticos y diplomáticos y reduciendo los sueldos de los funcionarios. Su legado en la política es más que relevante; sus ideales, olvidados o traicionados por sus seguidores, son valorados a la hora de referirse a una administración pública ejemplar.

José Rafael Molina Ureña: presidente constitucional como consecuencia de la guerra civil que se produjo en 1965 y que perseguía el retorno de Juan Bosch al poder, depuesto mediante un golpe de Estado. Gobernó del 25 al 27 de abril de 1965.

Francisco Alberto Caamaño Deñó: presidente constitucional de la República en Armas, desde el 4 de mayo al 3 de septiembre de 1965, mientras el pueblo, junto a un grupo de militares constitucionalistas, luchaba por el retorno a la constitución de 1963. Combatió con valor, heroísmo, patriotismo y decisión al yanqui invasor que había violado la soberanía el 28 de abril desembarcando 42,000 marines con la ridícula excusa de "salvaguardar la vida de los ciudadanos norteamericanos".

Héctor García Godoy: presidente provisional entre el 3 de septiembre de 1965 y el 1 de julio de 1966, escogido bajo los auspicios de la Organización de Estados Americanos (OEA) -finalizada la Guerra de Abril de 1965- con el objeto de preparar las elecciones que se celebrarían en junio de 1966 y de las que saldría 'triunfador', pese a las incuestionables pruebas de fraude que presentó el Partido Revolucionario Dominicano, el Dr. Joaquín Balaguer. En su selección participaron los dos bandos enfrentados en la guerra.

Antonio Guzmán Fernández: ejerció la presidencia en el periodo 1978-1982. Su gobierno se caracterizó por un fuerte respeto las libertades públicas. Es considerado el artífice de la consagración democrática dominicana. Realizó cambios en el ordenamiento militar, eliminó el fantasma de las asonadas y de la interrupción del orden democrático e inició un proceso de "despolitización" de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, convertidas por Balaguer en instrumentos de represión e intimidación criminal y política. Promulgó la Ley de amnistía que puso en libertad a los presos políticos y permitió el regreso de los exiliados del régimen balaguerista. Derogó una serie de medidas administrativas que afectaban el disfrute de las libertades individuales, dando paso al establecimiento de un ambiente democrático en el país. La madrugada del domingo 4 de julio de 1982 se suicidó en el Palacio Nacional, faltando apenas 43 días para terminar su mandato.

Jacobo Majluta Azar: en su calidad de vicepresidente asumió constitucionalmente la presidencia el 4 de julio de 1982, fecha en la que se produjo el suicidio de don Antonio Guzmán. Gobernó, durante el periodo de transición que culminaba el 16 de agosto de 1982, por 43 días. Abarató los precios de los artículos de primera necesidad y mantuvo el mismo ambiente democrático alcanzado bajo el gobierno que le tocó sustituir.
Durante 16 años y 3 meses el país estuvo gobernado por estos 17 dominicanos –¡11 meses y medio por mandatario!-, que tuvieron la intención de favorecer la vida del ciudadano común o, en el peor de los casos, de gobernar sin servirse del patrimonio nacional, sin arrodillarse ante los imperialistas, sin dictaduras ni conjuras o sin las perversidades de aquellos 25 que merecen, porque lo tienen muy bien ganado, el desprecio y la repulsa del pueblo por vía de la historia.

De estos 17 gobernantes sólo Fernando Arturo de Meriño, Juan Isidro Jimenes, Rafael Bonnelly y Antonio Guzmán pudieron gobernar por más de un año y, en ninguno de los casos, se completó el período constitucional. Antonio Guzmán, oligarca por su condición de clase, en un hecho sin precedentes, típico de un país al revés, implementó un gobierno progresista de pleno respeto a las libertades individuales; fue quien más cerca estuvo de completar su mandato.

Estos mandatarios, limitados en el ejercicio del poder, por las razones que fueren, respetaron la independencia de los poderes del Estado, los derechos de los ciudadanos y el manejo de la cosa pública. Establecieron un régimen de igualdad de oportunidades para todos. Ofrecieron sus mejores esfuerzos por brindar al pueblo dominicano el derecho a vivir con justicia social y libertad. Lucharon por trabajo, educación y salud; por las libertades fundamentales, por la repartición de la tierra a los campesinos, por la soberanía de la nación y, como diría Juan Bosch, por "edificar un régimen que dé amparo a los que nunca lo tuvieron, que dé trabajo a los que buscan sin hallarlo, que dé tierras a los campesinos que la necesitan, que dé seguridad a los que aquí nacen y a todos los que erran por el mundo en pos de abrigo contra la miseria y la persecución".

Estos 17 gobernantes hicieron lo posible por la felicidad del pueblo dominicano... ¡Y no se lo permitieron! ¡Y no se lo permitimos! Ni lo permitió la oligarquía, ni sus representantes... tampoco nosotros. Cada uno gobernó, en promedio, 11 meses y 14 días. ¿Es esto normal? ¿Constituimos realmente una sociedad? Pareciera que no; lucimos más como un grupo de necios, desprovistos de inteligencia, destinado a fomentar la deformación social.

¿Llegará el día en que actuemos correctamente? ¿O seguiremos de la misma forma premiando la perversidad, lo mal hecho y el maltrato hasta alcanzar la descomposición total? Sería este el camino idóneo para hacer realidad el miedo de los xenófobos y falsos patriotas: la integración de un grupo de gente que vive al garete llamado Haití, con otro grupo de gente que vive de la misma forma llamado República Dominicana. Si vivimos en la misma isla, bajo las mismas caricaturas sociales y políticas, lo lógico es que nos integremos para que, como partes en erupción de un mismo volcán, desaparezcamos de la faz de la tierra.

Fin... .

Fuentes: Wikipedia, Biografías y Vidas, En Caribe: Enciclopedia de Historia y Cultura del Caribe, República Dominicana Live.Com, La Web de las Biografías, EcuRed, Escritores Dominicanos...

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
20 de mayo de 2014